Hay personas que irradian un magnetismo tan inexplicable que todo su entorno se siente atraído hacia él, quiere parecerse, ganarse su amistad o, al menos, su aprobación. Y lo más curioso es que no depende, en absoluto, de la apariencia de estas personas atractivas.
Una imagen personal Necesitas una imagen única. O aún mejor: necesitas un detalle único en tu imagen. Después de todo, tu propio aspecto exterior es algo por lo que te pueden recordar incluso las personas desconocidas. Y no estamos hablando de belleza. Paradójicamente, la singularidad puede expresarse incluso en la fealdad y la vulnerabilidad. Cualquiera de tus pronunciados "chips", independientemente de la marcha, gestos, expresiones faciales, entonación, estilo de comunicación o algún detalle de tu vestimenta, te hacen memorable.
Debes perseguir un gran sueño
Para que la gente te busque y te valore como una persona realmente muy especial, sin duda, deberías tener algún sentido a tu existencia: ambiciones, metas, deseo de cambiar algo en este mundo. Luchar por algo. Al fin y al cabo, el hombre sin un sueño es como un libro sin ideas. ¿Para qué leer algo así?
Siéntete seguro de ti mismo
Para ser carismático, en primer lugar, tienes que confiar en ti. Sentirte libre a la hora de tomar decisiones, ser capaz de contar sólo contigo mismo, no esperar ayuda desde el exterior y ser capaz de transmitir tus ideas al resto de personas de manera que lo entiendan.
La seguridad se siente, no sólo en el comportamiento, sino también a la hora de hablar. Evita frases como "yo creo, espero, considero, cuento, puede ser, a lo mejor, probablemente".
Olvídate de las quejas
Piensa en esto: ¿podrías admirar y parecerte a una persona que se queja constantemente? Claro que no. Las personas carismáticas son positivas. Evita сriticar, quejarte y la negatividad de las cosas. Incluso si no todo sale a la perfección en la vida, empieza la conversación por algo que te traiga placer y atraiga a tus interlocutores.
Conviértete en un narrador excelente
Muchos creen que la capacidad de contar algo de una manera interesante es un talento.
Pero esto no siempre es así. En la mayoría de los casos, es una habilidad que se puede aprender. Basta con hablar con confianza, utilizar el humor, especialmente la auto-ironía (con capacidad para reírte de ti mismo), lo que permite alcanzar el cielo. Utiliza el lenguaje corporal, sé emocional y positivo. No te entristezcas si una historia o una broma no salió como deseabas.
Cuenta tus historias personales. Mucha gente al oír algo realmente interesante va a compartirlo con los demás.
No desvíes la mirada
Al hablar con una persona, mírala siempre a los ojos. A veces una mirada fija y penetrante puede decir más que mil palabras: un verdadero contacto visual muestra que estás escuchando al interlocutor, lo entiendes y lo aceptas como persona.
Importante: cuando hablas con alguien en un evento, no te distraigas con factores externos, no mires tu teléfono, ni escanees la multitud con la esperanza de encontrar un interlocutor más correcto o útil.