martes, 10 de enero de 2017

5 hábitos molestos del espectador de cine

Desde el uso del celular en la sala hasta las charlas susurradas, cuáles son las cosas más odiosas


5 hábitos molestos del espectador de cine


El celular, ese maldito aparato


La verdad es que desde que aparecieron los teléfonos móviles la experiencia de asistir a un cine cambió mucho. En un principio se mantuvo un cierto recaudo, por parte de los usuarios, de apagar prolijamente el celular dentro de la sala. Sin embargo esta costumbre casi se perdió y ya no es raro encontrarse en una sala con gente hablando por teléfono, enviando mensajes de texto o usando internet en plena película. 

Habits


La cena dentro del cine


Salvo contadas excepciones donde la propuesta consiste en ir a cenar al cine mismo (como se puede encontrar en una sala de Buenos Aires), la idea de entrar a la sala con comida en, cuanto menos, controversial. Siempre se entró con comida al cine, ya sea un Tubby 4 o un paquete de maní con chocolate. Sin embargo, en los últimos años la idea se fue degenerando. Primero fueron los pochoclos, después se sumaron los panchos. Hoy ya se puede entrar, casi, con un plato de locro en cualquier cadena (siempre y cuando sea comprado en el candybar ). El problema de este nuevo menú dentro de la sala no es tanto la comida en sí, sino todo lo que deriva de ello. El concierto de crunchs! provocado por los baldes de pochoclo, el olor a queso artificial que acompaña los nachos, la bolsa de las papas fritas; nada de esto puede contribuir a una buena experiencia dentro de la sala. 

Cinema


El paseo de la fama


Extrañamente, en las salas de cine hay un tipo de espectador que está más pendiente de subir y bajar las escaleras que de ver la película. Como si esta fuera sólo un estorbo en su estadía dentro de la sala, gustan de pavonearse por la alfombra que los lleva desde la puerta de entrada hasta su butaca cuantas veces sea necesario. Uno tendería a pensar que esta actividad termina en el mismo momento en que se apagan las luces y comienza la película. Uno está equivocado. El ida y vuelta (nadie sabe si es al baño, al kiosco, a entregar entradas a algún conocido o qué) suele acentuarse entrados los títulos de presentación y puede extenderse hasta bien entrada la película. 

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Las reuniones dentro de la sala


Otro de los hábitos que se están extendiendo en las salas es la charla durante la película. Desde los que tienen conversaciones telefónicas hasta diálogos enteros sobre los problemas de oficina o si Pedro consiguió entrada para la película. Es cada vez más común encontrarse con gente que va al cine y no ve la película, sino que lo utiliza como una excusa para encontrarse con alguien. Esto sólo puede derivar en una charla dentro de la sala más que en un momento de concentración (o distensión) que permite disfrutar del espectáculo. 

Discomfort


Los odiosos que se quejan de todo


Bueno, una de las categorías tenía que tocarle a la gente que se queja de absolutamente todo lo que pasa dentro de la sala de cine. Está claro que es un espacio donde se deben reducir las distracciones para poder aprovechar la película, pero la verdad es que no hay lugar en el mundo (y menos en una sociedad cada vez mas inquieta y acostumbrada al multitasking ) donde 100 personas puedan mantenerse en absoluto silencio. 

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