Hace cinco años el científico experto en ciencia planetaria del Imperial College de Londres Matthew Genge, recibió una llamada que estuvo a punto de desestimar.
El científico aficionado Jon Larsen de Noruega le aseguraba que era posible encontrar partículas de polvo cósmico en las ciudades.
“La primera vez que Jon me contactó me mostré escéptico”, confiesa Genge. “Mucha gente antes había asegurado haber encontrado polvo cósmico en zonas urbanas, pero cada vez que se analizaban las muestras, terminaban siendo industriales”.
Impresionante
imagen de una
“fábrica” de polvo cósmico
Y es que hasta ahora se creía que era muy difícil -sino imposible- detectar estas diminutas partículas, de aproximadamente 0,01 milímetros, entre residuos urbanos.
Genge decidió trabajar con el noruego y tras escarbar en 300 kg de sedimento atrapado en canaletas de techos de París, Oslo y Berlín, encontraron 500 partículas de polvo cósmico.
Es la primera vez que detectan este tipo de partículas del espacio en zonas urbanas.
El polvo cósmico está hecho de restos de partículas que han estado en el Universo desde la formación del Sistema Solar, y desde hace miles de millones de años vienen cayendo en nuestro planeta.
Analizar su contenido químico y mineral nos permite saber más sobre la evolución del Sistema Solar.
Los caprichos del azar que hicieron posible que existiéramos
En el estudio publicado por la revista Geology, los expertos indican que pudieron recuperar partículas de hasta 0,03 milímetros.
Basándose en el tamaño de estas partículas, los científicos sugieren que se fusionaron a medida que entraron a la atmósfera a una velocidad de aproximadamente 12 km por segundo.
De acuerdo con Genge, estas pueden ser las partículas de polvo cósmico con la caída más rápida que se haya encontrado hasta ahora en la Tierra.
Esta investigación también sugiere que a lo largo de millones de años estas partículas han cambiado, pues las partículas encontradas en estas tres ciudades tienen menos cristales en forma de plumas que las estudiadas en la Antártica.
Basándose en el tamaño de estas partículas, los científicos sugieren que se fusionaron a medida que entraron a la atmósfera a una velocidad de aproximadamente 12 km por segundo.
De acuerdo con Genge, estas pueden ser las partículas de polvo cósmico con la caída más rápida que se haya encontrado hasta ahora en la Tierra.
Esta investigación también sugiere que a lo largo de millones de años estas partículas han cambiado, pues las partículas encontradas en estas tres ciudades tienen menos cristales en forma de plumas que las estudiadas en la Antártica.
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